Lavar el coche es fundamental para el mantenimiento de la carrocería y por lo tanto debes hacerlo con frecuencia, pero… ¿Cuál es la mejor forma de que tu vehículo quede perfecto?
El momento adecuado para lavarlo es justo después de mancharlo, evitas que la suciedad se seque, quitarla será más fácil y la pintura sufrirá menos. Además, es recomendable que no lo hagas al sol, porque al secar quedarán marcas. Si no tienes demasiado tiempo y optas por acudir a una estación de lavado, escoge agua a presión, los rodillos de cerdas terminan por rayar la pintura.
Si decides lavarlo en casa el mejor método es utilizar dos cubos de agua, uno con jabón y otro sin él, conforme vayas limpiando la suciedad, debes aclarar primero la esponja en el cubo de agua y luego meterla en el de jabón, así no limpiarás con agua sucia y podrás cambiar el cubo menos a menudo.
El proceso de lavado adecuado es muy simple: aclarado para retirar los residuos más grandes, enjabonamos, aclaramos de nuevo y secamos. El enjabonado debes hacerlo desde el techo hacia abajo y nunca en círculos. El secado es esencial, usa materiales de microfibra y evita que se seque al aire porque el coche mojado atrae el polvo y todo tu trabajo no serviría de nada.