Utilizar neumáticos de segunda mano puede ser muy peligroso, las ruedas son la única parte de tu coche que está en contacto con la carretera y deben estar en perfecto estado.
La falta de adherencia de unas ruedas usadas puede provocar que pierdas el control de tu coche ante cualquier imprevisto. Además, unos neumáticos defectuosos incrementan el consumo de tu coche, así que, a fin de cuentas, el ahorro resulta mínimo.
Si estás pensando comprar este tipo de neumáticos y aún no te he convencido de lo contrario, piensa que su vida útil es mucho menor, así que pronto deberás cambiarlos de nuevo, también debes tener en cuenta que no sabes de dónde proceden, muchos son de desguaces o coches accidentados. Por último, no olvides que pueden tener defectos ocultos que no apreciarías a simple vista. No confundas los neumáticos de segunda mano y los recauchutados, procedentes de una actividad industrial debidamente regulada.
La Comisión de Fabricantes de Neumáticos advierte que en los últimos años y debido a la crisis económica que estamos sufriendo, las personas que deciden comprar neumáticos de segunda mano son cada vez más, existen más de un millón de este tipo de ruedas circulando por nuestras carreteras y la cifra no para de subir.
Tres de cada cuatro accidentes de tráfico en los que existió un defecto en el vehículo, el fallo se encontró en los neumáticos, según datos de la DGT. Se están haciendo estudios sobre la relación entre los siniestros y las ruedas de segunda mano y están previstas ya campañas de vigilancia, todo con el fin de recordarte que unos neumáticos en buen estado pueden salvarte la vida.
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